Primer Presidente argentino

¿Quién fue el primer Presidente argentino?

En febrero de 1826, el Congreso designó como primer "Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata" a Bernardino Rivadavia. Su mandato duró un poco más de un año hasta junio de 1927, cuando presentó su renuncia. Pero, ¿quién fue Rivadavia?

Bernardino de la Trinidad González Rivadavia nació el 20 de mayo de 1780 en Buenos Aires. Provenía de una familia acaudalada, lo que le permitió estudiar en uno de los mejores colegios del momento, la institución San Carlos.

A sus 29 años contrajo matrimonio con la hija del exvirrey Joaquín del Pino, Juana del Pino y Balbastro, con quien tuvo cuatro hijos: Martín Rivadavia, José Joaquín Benito Egidio Rivadavia, Bernardino Donato Rivadavia y Constancia Rivadavia.

Tras el inicio de la Revolución de Mayo de 1810, Rivadavia se integró al Primer Triunvirato con el objetivo de modernizar y desarrollar a las Provincias Unidas del Río de la Plata bajo sus referencias de pensadores liberales.

Su vida política comienza fuertemente en el año 1821 cuando fue designado ministro de Gobierno por el Gobernador Martín Rodríguez y, desde ese entonces, Rivadavia comenzó con el proceso de organización nacional para que prevalezca la paz y con el desarrollo de ciertos marcos jurídicos para llevar a cabo negocios beneficiosos para el país. A su vez, se preocupó por introducir al territorio en el mundo moderno que se venía para los próximos años.

Bajo su función de Ministro, Rivadavia sancionó la Ley de Amnistía, suprimió el Cabildo y fundó la prestigiosa Universidad de Buenos Aires, en donde daban clases profesores que eran traídos de otros países. También fue la primera persona en contraer una deuda externa con el banco inglés Baring Brothers, cancelada en 1904.

Se podría decir que el mandato de Rivadavia como Ministro no fue para nada calmo: las decisiones que ejecutó provocaron tensiones con los caudillos federales, los terratenientes, la Iglesia y la Burguesía de Buenos Aires, que no querían perder el poder. Muchos lo rechazaron y se alzaron en su contra.

En un contexto de incertidumbre política, en el año 1826, el Congreso eligió a Bernardino Rivadavia como presidente, quien sería sucesor de Vicente López y Planes. Su mandato duró hasta julio de 1827 cuando presentó su renuncia declarando: "Me es penoso no poder exponer a la faz del mundo los motivos que justifican mi irrevocable resolución".

Luego, Rivadavia decidió mudarse a Francia en 1829. El expresidente falleció en Cádiz, el 2 de septiembre de 1845. 12 años después, sus restos fueron repatriados y desde el año 1932, se encuentran en un museo conmemorativo en la Plaza Miserere.

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