Un blanqueo que será recordado

Un blanqueo que quedará en la historia económica de argentina y que los gobernantes deben respetar con todos los derechos que otorga la ley, conjuntamente con la realización de un sistema impositivo más simple.

Por Elisabet Piacentini (*)

Con sus particularidades, los que hemos estudiado el blanqueo desde el primer proyecto allí por diciembre de 2023, que seguimos las discusiones parlamentarias, que lo dimos a conocer como ley en julio 2024 y que ahora debemos asesorar para instrumentarlo, aún seguimos descubriendo novedades a pocos días de que cierre la primera etapa.

La reglamentación fue cada vez más flexible para que el blanqueo genere confianza y adhesión.

Así, el mínimo exento de 100.000 dólares puede convertirse en 200.000 dólares sin pagar impuesto al blanqueo en caso de blanquear dos tipos de bienes: efectivo y otros como inmuebles o mercadería o cuentas en el exterior, entre otras alternativas.

Ese mínimo aplica a cada persona que sea económicamente independiente, así cónyuges y padres e hijos pueden tomar ese mínimo cuando no dependen económicamente.

Hemos tenido que repetir una y mil veces que el dinero blanqueado cash queda liberado de la cuenta de blanqueo CERA el 1° de octubre y, si es menos de 100.000 dólares, no paga absolutamente nada: se puede pasar a una cuenta propia en dólares y queda para invertir en lo que se desee o comprar lo que se necesite. Muchos dicen "lo puedo volver a guardar". Eso sería una pena. No ponerlo a invertir en instrumentos financieros productivos que den renta sería un error porque la inflación en dólares come el ahorro.

Los bancos no se han portado bien al principio, infundían temor diciendo que retendrían 5% y que el dinero no quedaba liberado hasta diciembre 2025, entre otras cosas. Todos conceptos inexactos. Incluso, algunas entidades hacían firmar una declaración origen de los fondos, claramente en contra de la liberación que otorga un blanqueo y del objetivo de un blanqueo.

Ahora, a pocos días de que cierre la primera etapa que permite blanquear efectivo hasta el 30 de septiembre, los bancos ya están abriendo las cuentas CERA on line, con mínimos requisitos, tal cual lo indicó la AFIP.

Otro temor que veíamos fue el de los monotributistas. Por una falencia de la ley creían que blanquear los expulsaría del monotributo. El viernes pasado, la AFIP aclaró el panorama: no afecta su categoría de monotributista.

Y algo más, también muy importante, otra aclaración que trajo alivio y entusiasmo: si blanquea un socio de una empresa en forma personal, libera a la sociedad de posibles futuros reclamos de la AFIP por inconsistencias en sus números.

Tapón fiscal, bendito tapón fiscal, eso da tranquilidad a quien blanquee. Han sido años difíciles, de crisis, que ahora quedan perdonados por no haber pagado todos los impuestos, o por haber ahorrado de forma paralela lo que se ganaba de manera registrada.

Y para quienes fueron cumplidores, el sistema permite tres años pagando menos de la mitad de bienes personales.

Un blanqueo que quedará en la historia económica de argentina y que los gobernantes deben respetar con todos los derechos que otorga la ley, conjuntamente con la realización de un sistema impositivo más simple.

Elisabet Piacentini - @elisabet.piacentini

Tributarista

Presidenta de la comisión Pyme del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CPCECABA)

CEO en Estudio Piacentini

Miembro de Mesa Tributaria Fecoba

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