Cambios en la Cancillería: Gerardo Werthein reestructura el cuerpo diplomático argentino

Con cambios en el cuerpo diplomático, eliminación de privilegios y un enfoque en reducir costos mediante la unificación de embajadas y consulados.

En un movimiento alineado con la agenda de ajuste y eficiencia impulsada por el presidente Javier Milei, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Culto y Comercio Internacional, liderado por el canciller Gerardo Werthein, está llevando adelante una reorganización profunda en su estructura diplomática. Con una clara intención de reducir costos y eliminar privilegios, Werthein apuesta por una transformación que afecta tanto a los embajadores como a la organización de las representaciones internacionales.

Uno de los cambios más notorios fue la salida del embajador en Uruguay, Martín García Moritán, oficializada a través del Boletín Oficial. Según fuentes del Palacio San Martín, esta decisión responde al cumplimiento de la edad jubilatoria establecida por la Ley 20.957, que fija los límites en 70 años para embajadores, 67 para ministros y 65 para el resto del personal diplomático. En la misma línea, también se notificaron los traslados de Juan Carlos Valle Raleigh, representante en Bélgica, y Claudio Pérez Paladino, embajador en Sudáfrica.

Reorganización y reducción de costos

El plan de Werthein incluye la unificación de embajadas y consulados, siguiendo el ejemplo de prácticas internacionales, para reducir redundancias y optimizar los recursos. Países como Uruguay y Roma están en el centro de este análisis, dado que cuentan con múltiples oficinas que podrían fusionarse. "Si demuestran no tener utilidad, podrían cerrarse", señalaron fuentes del ministerio.

Además, el canciller trabaja junto a un reducido equipo de confianza, que incluye a figuras como el jefe de gabinete Ricardo Lachterman, el representante ante la ONU Francisco Tropepi, y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales Luis María Kreckler.

Vacantes clave y desafíos diplomáticos

El desafío más urgente es cubrir vacantes estratégicas, como el puesto de embajador en España, un país clave para la diplomacia argentina. Aunque inicialmente se anunció la designación de Alejandro Alonso, esta se descartó tras denuncias por maltrato en el Consulado de Barcelona. España, además, enfrenta tensiones diplomáticas tras acusaciones públicas del presidente Milei hacia la esposa del primer ministro Pedro Sánchez.

Otra vacante importante es la representación en Estados Unidos, donde se propuso a Alex Campbell. Sin embargo, su pliego aún no ingresó en el Senado para su aprobación, lo que podría definirse durante las sesiones extraordinarias.

Mientras tanto, Werthein acompañará a Milei a la asunción de Donald Trump en Washington, un evento que podría marcar el tono de las relaciones bilaterales en este nuevo período.

La Cancillería argentina, bajo la conducción de Werthein, avanza con un plan ambicioso que busca modernizar su funcionamiento, destacar las potencialidades del país en el mundo y alinearse con una política internacional más austera y efectiva.

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