Plantas carnívoras, ciencia y turismo: el jardín botánico más extraño de Argentina

Jurassic Plant, el primer jardín botánico de plantas carnívoras en Latinoamérica, está en Loreto, Corrientes, y ofrece una experiencia nocturna única: alimentar especies como la Venus atrapamoscas y conocer más de 130 variedades de carnívoras en plena selva correntina, junto al humedal de los Esteros del Iberá.

Con una linterna en mano y una sonrisa cómplice, Federico Parrilli guía a los visitantes por un sendero que parece sacado de otro planeta. No es un bosque encantado ni un parque temático: es Jurassic Plant, el primer jardín botánico de plantas carnívoras de América Latina, ubicado en Loreto, un pequeño pueblo de Corrientes que es puerta de entrada a los Esteros del Iberá.

La propuesta es tan inusual como fascinante: realizar una experiencia nocturna con plantas carnívoras, conocer cómo se alimentan, tocarlas, darles de comer y entender su rol en la biodiversidad. Desde su inauguración, más de mil personas vivieron esta aventura que combina turismo ecológico, divulgación científica y conservación ambiental.

"Las plantas carnívoras son re locas. Que una planta se coma a un animal va en contra de todo lo que nos parecía lógico", dice Parrilli, que lleva más de media vida cultivando estas especies.

Un jardín botánico con 600 ejemplares y una misión educativa

Jurassic Plant alberga unas 600 plantas adultas de 130 variedades, entre especies y híbridos de nepenthes y sarracenias creados por el propio Parrilli. Su pasión comenzó en Buenos Aires con una Drosera capensis, pero fue en su nuevo hogar, Loreto, donde decidió dar forma a este espacio único en Latinoamérica.

Los visitantes no solo exploran el jardín; también alimentan a las plantas carnívoras con insectos vivos, observan sus mecanismos de captura y aprenden sobre el impacto de las especies invasoras. "No uso venenos, así que si alguien quiere, puede hasta besar a las plantas. Sucede y es genial", cuenta entre risas.

Ecoturismo y ciencia en los Esteros del Iberá

Este proyecto se inserta en el contexto de uno de los humedales más importantes del planeta: los Esteros del Iberá, hogar de más de 4.000 especies de flora y fauna. Loreto, donde vive Federico, es el pueblo con mayor avistaje de plantas carnívoras nativas de Argentina, según sus registros. De hecho, la mayoría de las fotos de su libro Plantas carnívoras de Argentina fueron tomadas allí.

Con el apoyo de National Geographic, Parrilli también lleva adelante un programa educativo que reintroduce especies nativas en la zona y promueve el conocimiento en escuelas rurales. "Llevamos el proyecto a más de 220 estudiantes, y encontramos más de 40 sitios con carnívoras silvestres", explica el investigador.

Turismo nocturno y conservación ambiental

Los tours en Jurassic Plant se realizan de noche por dos motivos: evitar el calor correntino y potenciar la mística de recorrer un jardín donde las plantas comen animales. En cada recorrido, Parrilli prepara linternas, alimento y un relato atrapante que combina ciencia, humor y pasión.

"Nuestro objetivo es generar conciencia. Que el visitante no solo se asombre, sino que entienda que estas plantas también cumplen un rol en el equilibrio ecológico", asegura.

Entre las favoritas del público está la célebre Venus atrapamoscas, popularizada por la serie El Encargado, aunque muchas se sorprenden al descubrir especies aún más exóticas y coloridas.

Una experiencia única en Argentina

Si buscás una propuesta diferente de turismo en el Litoral argentino, este jardín botánico de plantas carnívoras en Loreto es una parada obligada. Combina naturaleza, ciencia, aventura y educación en una experiencia inmersiva que no se parece a nada que hayas hecho antes.

Contacto y reservas: las visitas se gestionan por redes sociales o a través de prestadores turísticos del Iberá Oeste.

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