Las operaciones ya se están concretando, especialmente en unidades de entre USD 80.000 y USD 170.000, y los desarrollos en pozo han captado el interés de inversores que buscan aprovechar las ventajas de regularizar sus fondos.
Los inversores están reorientando sus estrategias hacia el sector inmobiliario, específicamente hacia propiedades que ofrezcan una combinación de seguridad, rentabilidad y ubicación privilegiada.